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¿Facturas falsas para los Juegos Europeos? ¿Otro diario que manipula?

domingo, 26 de febrero de 2012

Sin duda la noticia del día la filtraba El País, "Un empresario revela que Nóos le encargó 13 facturas falsas por 124.000 euros", a partir del levantamiento del secreto sumarial parcial de las declaraciones que el viernes tomó el juez Castro en Barcelona a varios imputados y testigos. Pero veremos como dicha noticia es falsa. De hecho el propio El País ha modificado a lo largo del día la noticia ante la evidencia de la manipulación inicial.

De entrada, lo cierto es que hay que desvincular estas facturas de los 382.000 € cobrados por el Instituto Nóos por los trabajos de preparación de la candidatura de Valencia a los Juegos Europeos. Dicha cantidad está plenamente justificada con una factura de Lobby&Comunicación a Instituto Nóos por importe de 241.971,30 € con fecha 31 de julio de 2006, por estudios previos de mercado, y por el trabajo realizado en el propio instituto Nóos por al menos dos consultores durante varios meses en la preparación de la precandidatura valenciana. Ello justifica perfectamente lo cobrado a las administraciones valencianas.

No es pues de recibo que estas facturas se vinculen con los 382.000 € cobrados por los Juegos Europeos, tal y como apunta erróneamente La Vanguardia. Por su parte El País no matiza si estarían o no destinadas a justificar el importe pagado.

Así pues, si han aparecido estas supuestas facturas falsas presentadas por dicho empresario, director general de la firma especializada en comunicación y proveedor habitual del Instituto Nóos, habría que vincularlo con algún intento de cobrar de más sobre esos 382.000 €. Finalmente, según se comenta, las facturas fueron rechazadas por la Generalitat valenciana como justificación (entiendo yo, pues eso no se comenta) de nuevos gastos, y posteriormente el importe de dicha facturación de la empresa a Instituto Nóos fue cancelada con un abono por importe de 124.000 €, dejando sin efecto dichas supuestas facturas falsas.

Asumiendo como siempre la presunción de inocencia, para evaluar este 'descubrimiento' hay que atender nuevamente al sentido común: ¿qué ganaba el Instituto Nóos con la presentación de dichas facturas falsas? Si le añadía un margen e intentó cobrarlo a la Generalitat valenciana tendría un sentido (común), pero tal y como se presenta la noticia no se aporta dicha información. Faltaría pues saber cómo se vincula a la facturación que el Instituto Nóos quisiera cobrar a la Generalitat.

Finalmente apuntar que, a derecho, de ser cierto, no podrían ser consideradas facturas falsas porqué existiría un abono posterior que anula los importes, por lo que la cuestión queda fuera del caso por la vía penal y nos quedamos, como siempre, en el ámbito ético y moral. Pero... ¿Qué pasaría si dichas facturas 'falsas' no hubieran existido y fuesen una invención periodística? Al menos así me consta y así se demostrará...