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Foto: Santi Cogolludo (El Mundo) |
Respuesta a la consulta de 15/02/2012 16:48:19 Luis Aroza: "tu que estás en este mundillo de la consultoría y considerando que los dos socios podrían ser inocentes, ¿podrán volver a trabajar en el negocio de la consultoría o se les ha hecho un daño permanente a su imagen por lo que les será difícil mantener su cartera de clientes o abarcar nuevos debido a la estigmatización o a la sensación de que cualquier convenio realizado con ellos va a ser mirado con lupa? Gracias."
La consultoría
se basa en esencia en la reputación de quienes se dedican a ella, fue así como el binomio Torres-Urdangarin triunfó en la época dorada del Instituto Nóos. El juicio paralelo y mediático que se ha hecho alrededor de esta empresa lógicamente les afectará,
no sólo a ellos, también a las personas que están imputadas gratuitamente y cuyos nombres están circulando como si de delincuentes se tratara, ya sea por enviar un fax, emitir facturas siguiendo órdenes o bien figurar como administrador.
De hecho también quienes no estamos imputados pero trabajamos ahí nos afecta en cierto modo, son muchas las personas que me han dicho que
porqué no quito de mi CV que trabajé en Instituto Nóos. Lo cierto es que personalmente me siento orgulloso por esa etapa, y no atisbo motivos por los que dejar de estarlo, igual porque ya pasaron seis años y me he creado una reputación propia y paralela. Pero me consta que hay excompañeros que sí lo han tenido que hacer, o al menos maquillar.
Pero por nivel de responsabilidad y momento, el caso de los dos socios es mucho más significativo, pero también es cierto que
con el tiempo se olvidan las cosas, siempre claro que del juicio real salgan exculpados, cosa de la que no tengo motivos para dudar. Aun así, por el camino habrán quedado muchos
errores y faltas éticas que será difícil que ambos puedan separar de sus personas. Errores y faltas que, resultando casos aislados, como la copia de uno o dos estudios, generarán desconfianza de por vida en ellos.
Pero hay factores que matizan lo anterior. Por un lado, quienes trabajaron con ellos y conocen de su
capacidad técnica y científica, aunque puedan dudar de su capacidad para gestionar un equipo, no tendrán otra limitación para volver a hacerlo que la presión mediática si es que las conclusiones deben hacerse públicas. Por otro lado, las
altas esferas, como por otro lado son las que trabajaron con ellos, tampoco tendrán tantos problemas por ser quienes son. Finalmente, dado que parece evidente que juntos no volverán a trabajar, también el hecho que entren a formar parte de otros proyectos empresariales, que
busquen nuevos socios con solera, puede ayudar a reducir el impacto a la espera de la remisión con el tiempo del recuerdo.
Pero en todos los casos será
por motivos de resultados, no por prestigio o reputación que aporta un plus a la consultoría. Es por ello que repetir el modelo de consultoría de Nóos en el futuro va a ser para ellos casi imposible en el futuro.
Y ello
afectará más a quien tiene la consultoría por vocación y curriculum, o sea, Diego Torres. Iñaki Urdangarin siempre podrá trabajar para terceros como de hecho está haciendo, no sin presión mediática por mantenerle en el cargo. Pero para su socio será necesario buscar nuevas alianzas distintas a las usadas en el pasado.
Pero hay mucho tiempo por delante, y muchas cosas por pasar y aclarar que influirán sobre ello.