Marcel Planellas, secretario general de ESADE hasta la fecha, "ha presentado" su dimisión alegando "motivos personales" (sic). Lo cierto es que huele a cabeza de turco del gabinete de crisis de la escuela de negocios o a una inmolación "por el bien" de la entidad. Pero veremos que lejos de esto, la entidad se ha manchado ahora sí.
Antes de ocupar la secretaría general, Marcel Planellas había sido consultor externo del Instituto Nóos, y amigo de Diego Torres, con quien llegó a hacer unos negocios de alrededor de 128.000 €. La cuestión es que por el simple hecho de haber hecho negocios con el Instituto Nóos, se ha convertido en apestado. La presión externa ha podido más, aunque mantendrá su puesto como docente.
Ya vimos como en su momento la escuela de negocios expulsó a Diego Torres, lo cual aún se podria entender por ser uno de los dos principales imputados del caso, aunque de facto ESADE se pasó por el forro la presunción de inocencia que cualquier español tiene ante la Ley, hasta que se demuestre lo contrario.
También Iñaki Urdangarin fue cabeza de turco de la familia real, cuando el rey Juan Carlos le expulsó de la misma, cagándose literalmente en sus calzones reales ante la presión social y política. Para el rey "todos somos iguales ante la Ley", menos su yerno claro, al que no se le admite presunción de inocencia. Pudo más nuevamente la presión social, política y mediática.
Parece que cualquiera que tocara el Instituto Nóos se convierte ya de por si en apestado, y es objeto de presiones. Así sucede con el FC Barcelona, que en su momento retiró la camiseta número 7 del balonmano culé que durante 18 años vistió el ahora duque de Palma, y a su vez mantiene como patrono de su Fundación al mismo. De momento el Barça parece que es la única institución que es capaz de respetar la presunción de inocencia y no cagarse en los calzones reales. Aun así no se ha librado Carles Vilarrubí, vicepresidente y director de área institucional, de algunos regalitos en prensa sobre su vinculación con Urdangarin, que sería el motivo por el que mantiene el Barça los honores al mismo.
Marcel Planellas fue el director científico de las cumbres que organizó el Instituto Nóos en Valencia y Palma de Mallorca, y asistió con sus conocimientos y bagaje, que son muchos, en muchos otros proyectos públicos y privados de la consultora. Y cobró por ello. Y pese a no estar ni imputado, ha tenido que dimitir, y la directora general de ESADE, Eugenia Bieto, "ha aceptado" su dimisión.
Aunque lo cierto es que no sé quien sufre de mayor doble moral: si las instituciones que se subyagan a la presión social o la propia sociedad, linchadora y medieval, que hace reclamaciones que además son ilegales a dichas instituciones.
Y es que... ¿dónde están los límites? ¿Qué pasará cuando se sepa que la propia directora general de ESADE, Eugenia Bieto, hizo negocios con Diego Torres entre 1998 y 2000 cuando yo trabajaba para él? ¿Y si se sabe que uno de los miembros más destacados del Instituto de Innovación Social de ESADE, que es el think tank de la entidad en temas de ética y responsabilidad social, Alfred Vernis, también fue colaborador de Diego Torres en esa época e incluso en la de Nóos?
¡Ah! ¿Que no sabían ustedes eso? Pues nada, ¡linchemos a lo medieval también a Eugenia Bieto y Alfred Vernis, que están apestados por haber tocado el Instituto Nóos! O al Barça por no descuartizar a Urdangarin en plaza pública antes de juicio...